En soledad celeste del exilio
Me encamino hacia el solemne barco
En furia y relampagueante
(viajante enraizadamente atado a la locura)
Un fray me habló de señas
Lazarillo le increpo a la condena de bellas piernas lunas de Neptuno
Uno es uno
Un no nocturno atado a soledad
Me baño con el cristal mudo
Nudo del ocaso asonante embudo
De cordura hasta el aliciente de mi mente
Decadente
Ante tu brisa
Yazgo perplejo sobre una vida tiniebla
Aurora inconexa que no da cielo
Destello abominable e intenso
Sulfuro un prisma
Puente movedizo del sur al este
Un mar ecuestre
Horizontes de cobre
Milicias me abisman
El son puñal en mano
La vida, umbral pagano
Asumirse
La cadena de un instinto y de un condena
En el pulso de un sentido palpo un sentimiento
Pues tus ojos…
Hacia los mis rojos de tanto esconder
Todas mis togas mutiladas de frente
En la sombra del puente patino
Soliloquio en copa rota
Y desgarrado en tu garganta
Escalo hacia tu cepa
De resplandeciente cuero farolíneo
Un cúmulo de miel
Tu rastro dócil
Huacho del tiempo soy
Y tú Constantinopla y Sol
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